viernes, 14 de mayo de 2010

CUBA Y BRASIL MODELO DE ALIANZA DE MEDICAMENTOS BARATOS


Investigadores canadienses destacaron la cooperación entre el Instituto Finlay de Cuba y la empresa brasileña Bio-Mangunhos como un modelo de colaboración entre firmas biotecnológicas de países en desarrollo que están mejorando el acceso de medicamentos en las áreas más pobres del mundo.

Expertos de cinco países en desarrollo en colaboración con el Centro McLaughlin-Rotman de Sanidad Global de Canadá (MRC) publican en la revista médica Nature Biotechnology el primer estudio a gran escala de colaboración "Sur-Sur'' en el campo de la biotecnología relacionado con sanidad.

Los investigadores dijeron que las empresas biotecnológicas en los países en desarrollo dependen cada vez menos de firmas de países más industrializados del mundo y que las relaciones futuras entre instituciones del Sur y del Norte serán cada vez más equilibradas.

Halla Thorsteinsdóttir, la directora del estudio e integrante del Centro McLaughlin-Rotman, señaló que la relación surgida entre el Instituto Finlay y Bio-Mangunhos para responder a un brote de meningitis en Africa en 2007 es un modelo de esas colaboraciones.

''En el 2007 se produjo un brote de meningitis en el ‘cinturón de meningitis', una franja de países subsaharianos de Africa que cubre de Senegal a Etiopía. La Organización Mundial de la Salud (OMC) empezó a buscar una compañía que pudiese producir una vacuna adecuada para la epidemia'', declaró Thorsteinsdóttir.

Miles de personas murieron y decenas de miles resultaron afectadas por la enfermedad, que es fruto de la inflamación de una fina capa que rodea el cerebro y la columna vertebral a consecuencia de una infección bacteriana.

La OMC determinó que la colaboración entre el Instituto Finlay, que tiene una amplia experiencia en la lucha contra la meningitis en el país caribeño, y la empresa Bio-Mangunhos era la mejor opción.

''Las vacunas contra la meningitis producidas por las grandes empresas farmacéuticas eran más complejas y caras que las producidas por Brasil o Cuba porque están diseñadas para combatir varios tipos de meningitis'', explicó Thorsteinsdóttir.

''Y no cubrían la cepa de Africa. Por otra parte, las vacunas de empresas occidentales costaban 80 dólares por unidad mientras que el precio de la producida por la cooperación entre Cuba y Brasil era de menos de un dólar'' añadió.

''Los dos países rápidamente desarrollaron una vacuna efectiva para frica, un claro ejemplo de cómo la colaboración Sur-Sur está motivada por solidaridad con cada uno y puede mejorar activamente la sanidad mundial'', afirmó uno de los autores del estudio, el doctor Tirso Sáenz, de la Universidad de Brasilia.

El olvido de las grandes compañías farmacéuticas de enfermedades que afectan a los países en vías de desarrollo es uno de los principales motores que impulsan el creciente número de relaciones Sur-Sur.

En el continente asiático, empresas de Bangladesh y la India están desarrollando de forma conjunta una nueva vacuna para luchar contra los persistentes brotes de cólera que matan cada año centenares de personas.

Si la investigación termina con éxito, la vacuna será producida por la firma india Bilogical E.

Según el estudio, compañías de Brasil, China, Cuba, Egipto, India y Suráfrica han iniciado casi 280 colaboraciones Sur-Sur para el desarrollo de medicinas y tratamientos.

El país que más tiene es Brasil, con 64, seguido por Sudáfrica, con 61, e India, con 54. Cuba tiene 34, siete más que China.

Colaboración de Pedro Pablo Aguilera

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